Toda
ciudad ultramoderna debe contar con servicios alrededor de la movilidad urbana.
Si ya describimos los síntomas de la ultramodernidad y sus repercusiones en
cuanto a la morfología urbana, y además hemos hecho un paralelo entre estos
síntomas ultramodernos y la ciudad de Lima, lo que nos toca ahora, es analizar
la movilidad de nuestra capital y como esta logra o no generar una ciudad
ultramoderna en términos positivos.
El rol
de todo sistema de transporte masivo, es el de lograr el desplazamiento de una
gran parte de la población de forma eficiente, acortando tiempos y ahorrando
dinero. Además, los sistemas de la movilidad en la ciudad ultramoderna, deben
ser generadores de ciudad y servir como engranaje entre las masas en movimiento
y la morfología urbana. De
esta forma, la movilidad urbana en la ciudad ultramoderna, no solamente
conecta, sino también modifica y genera ciudad, y por lo tanto, condiciones
particulares en las relaciones humanas dentro de la metrópolis.
Como
ya se ha visto, el sistema de transporte masivo El Metropolitano, recorre un
eje lineal en la ciudad de Lima, y a su paso, va dejando retazos de ciudad y no
lugares, ausentes de identidad y sobre todo de integración con la ciudad.
Probablemente uno de los grandes problemas que presenta este eje de transporte
masivo, sea su mala integración a nivel peatonal con la ciudad, dando siempre
la preferencia al vehículo antes que al ciudadano peatón.
Chorrillos. Algunos de los
malos síntomas que se desarrollan con el eje Metropolitano, se ven en una
primera instancia en el distrito de Chorrillos. La estación central de
Matellini, se convierte en el primer no lugar de este sistema, generando un vacío
que difícilmente se puede llenar con uso público y actividades de inclusión
ciudadana, teniendo además problemas en la salida hacia las calles colindantes.
Las estaciones lejos de generar una integración con la ciudad, dejan al peatón
a merced del tránsito, dejándolo en un reducido cruce peatonal en el centro de
la vía de alta velocidad, sin mayor señalización o indicación de cómo usar el
espacio público. Esta condición de preferencia del automóvil, en las anchas
arterias de la avenida Matellini, y del sistema Metropolitano como transporte
masivo para la ciudad con sus intervenciones en el medio de las vías, lleva a
la extinción de otros tipos de movilidad, en un distrito que se caracterizaba
por su baja densidad y su posibilidad de conexión a nivel peatonal.
Barranco. El caso de
Barranco es un poco más grave, ya que ha dividido a un distrito caracterizado
por su baja escala urbana, generando una arteria fragmentaria e imposibilitando
la relación entre un lado y otro del distrito. Por otro lado, el tránsito
vehicular que ya era un problema en este lugar, se ha visto incrementado en su
congestión, debido al mal trazado de la vía principal. Uno de los sectores más
olvidados podría ser la estación de Mercado de Flores, donde se ha generado un
retazo en la ciudad, y se ha abandonado una gran área verde con potencial de
convertirse en un espacio público interesante para el distrito y la ciudad.
Barranco, siendo un distrito caracterizado históricamente por tener una baja
densidad en sus edificaciones, y un atractivo en cuanto a sus niveles de
movilidad peatonal y no motorizado, se ve afectado por este sistema de
transporte masivo, extinguiendo las posibilidades peatonales en la ciudad.
Tanto en este caso como en el expuesto anteriormente, la movilidad motorizada y
el privilegio que se le da a esta frente a otros sistemas alternativos, llevan
a la deshumanización del espacio público, debido a un mal entendimiento de las
dinámicas urbanas.
Óvalo Balta con Av. Bolognesi, 2013.
Vía Expresa. Las estaciones
que recorren la vía expresa de Paseo de la Republica, generan una condición
especial en cuanto a la ingravidez de la ciudad ultramoderna. La escala que se
genera en medio de esta vía de alto tránsito vehicular, genera una condición de
inestabilidad para el peatón, que se encuentra caminando a una velocidad muy
diferente a la de los automóviles que pasan alrededor.
Como
sistema de conexión urbano, las estaciones también carecen de una escala
adecuada para el correcto engranaje del sistema con la ciudad, teniendo
escaleras de escasas dimensionas que difícilmente soportan una carga usuaria
correspondiente al sistema de transporte masivo, y espacios de conexión que
privilegian al vehículo antes que al peatón, generando nuevamente una sensación
de inseguridad al salir del sistema e integrarse a la ciudad a nivel peatonal.
El
punto más crítico se puede evidenciar en la congestión que se produce en los
puentes peatonales de este tramo en las horas de mayor afluencia usuaria,
creando tumultos que se desbordan hacia las calles por el escaso espacio
público.
Lima centro. El centro de la
ciudad sufre de problemas muy similares al distrito de Barranco. El sistema de
movilidad urbana planteado, no es acorde con la escala urbana de este sector de
la ciudad, y genera evidencia la fragmentación de la ciudad ultramoderna, donde
lo antiguo pasa a un plano secundario para privilegiar al sistema ultramoderno.
Probablemente
la Estación Central, en el Paseo de los Héroes, sea una de las mejores llegadas
del sistema en cuanto a la condición de la ciudad ultramoderna. Las dimensiones
de esta estación son las que la hacen tomar el carácter de principal, y la
dispersión del flujo peatonal se ve diluida de manera interesante por la
presencia del centro comercial planteado en el Centro Cívico.
A
pesar de esto, no se logra aprovechar los espacios públicos cercanos para dar
una idea de continuidad del recorrido peatonal, y algunos espacios potenciables
para la integración ciudadana se ven anulados por la jerarquía del automóvil
sobre el peatón.
Nuevamente
se ve como el privilegio de un tipo de movilidad sobre otro, lo que genera son
problemas de conexión urbana y carencias en cuanto a la infraestructura pública
para lograr un desarrollo urbano correspondiente a la escala peatonal. Sin
embargo, considero que este caso específico no es un caso perdido, en la medida
en la que se logre generar una red de movilidad alternativa, que logre unir los
diferentes espacios públicos y comerciales cercanos, pudiendo tener como
posibilidad la incorporación de un sector de la ciudad que logre niveles
peatonales interesantes, y que además se asocie con el ingreso al centro
histórica de nuestra capital, potenciando así el conocimiento de la ciudad, y
aliviando el tumulto vehicular que se genera en este espacio urbano.
Cono norte. El sector norte
de la ciudad, correspondiente al último tramo del Metropolitano, se adapta de
forma un poco forzada a la trama urbana. El cono norte se constituye como un
centro ultramoderno en constante cambio y crecimiento, probablemente por esto,
la escala del sistema de transporte masivo no desentona con la escala urbana,
sino que más bien acompaña la idea metrópolis. Las grandes vías de circulación
vehicular se mezclan de forma eficiente con la línea del Metropolitano, pero el
mayor error en este sector de la ciudad, ha sido el de descartar otras formas
de movilidad, privilegiando únicamente la motorizada. En este sentido, las
estaciones del Metropolitano vuelven a cometer errores en cuanto a la
integración urbana a nivel peatonal, generando nuevamente espacios de espera
del tamaño de un cruce peatonal, y poniendo en peligro el recorrido de la
ciudad de sistema de movilidad alternativos como el caminar o ir en bicicleta.
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